Historia
En una empresa familiar como la nuestra, es difícil saber por dónde empezar! pero debemos reconocer a nuestros padres, Jim y Irene Schwartz, por inculcarnos valores que, hoy en día, siguen siendo la base principal de Schwartz Farms, Inc.: Integridad, Respeto, Excelencia, Innovación y Adaptabilidad. Los valores se mantuvieron fieles a una operación lechera familiar en los “buenos tiempos”, y se mantienen fieles hoy en una operación porcina familiar progresivo.
Alrededor de 1978, comenzamos a cultivar juntos, cosechando cultivos típicos del centro Sur de Minnesota, incluidos maíz y frijoles. En 1981, decidimos comprar un establo de acabado de 700 cabezas para diversificarnos… y así es como entramos en la industria porcina.
Si bien alquilamos algunas instalaciones existentes a mediados de la década de 1980, los mayores cambios ocurrieron en la década de 1990. Fue entonces cuando presentamos oficialmente “Schwartz Farms, Inc.” como corporación, comenzó a operar unidades de maternidad y fue pionera en el primer contrato de parto al destete en el estado de Minnesota. Contratamos nuevos espacios de acabado, contratamos a nuestros primeros miembros que no eran familiares, adquirimos un contrato de empaquetador y pasamos a la producción de destete-acabado. Fue una época de crecimiento y oportunidades desafiantes y emocionantes.
Y ahí es donde nos quedamos hoy. Schwartz Farms, Inc. emplea a más de 400 personas a tiempo completo y posee cerdas en el medio oeste superior, específicamente en Minnesota, Iowa, Dakota del Sur y Nebraska. Nos hemos alineado estratégicamente con algunos de los mejores: empleados, contratistas, procesadores de carne y consultores. Estamos comprometidos con nuestras comunidades rurales y creemos firmemente en la administración animal, ambiental y socioeconómica.
Como productor de carne de cerdo de primer nivel, Schwartz Farms, Inc. está bien posicionado para los desafíos que, sin duda, se avecinan. Estamos orgullosos de nuestro legado y confiamos en que el futuro de Schwartz Farms, Inc. será igualmente gratificante para muchas generaciones venideras.
– John, Joe, & Mark Schwartz